Este piso recién reformado, con dos habitaciones y capacidad para tres personas, ofrece una distribución moderna y abierta que combina la cocina, el comedor y el salón. Lo primero que llama la atención son las vigas metálicas expuestas, que aportan un atractivo toque industrial, contrastando con los tonos cálidos de la decoración. La cocina, en verde oliva y con una isla central, se integra a la perfección con el salón, que está decorado en tonos neutros como el beige y el marrón. El suelo de madera clara añade calidez al conjunto, mientras que los amplios ventanales permiten la entrada de abundante luz natural, potenciando la sensación de amplitud. Este equilibrio entre diseño moderno y detalles rústicos crea un ambiente acogedor y sofisticado, ideal para disfrutar de una vida cómoda en el corazón de la ciudad.

Situado cerca de la calle San Bernardo, en el centro de Madrid, este piso se encuentra en una ubicación privilegiada que conecta con algunos de los puntos de interés más relevantes de la ciudad. A tan solo unos minutos caminando se llega a la emblemática Gran Vía, famosa por sus cines, teatros, tiendas y vida nocturna. El vibrante barrio de Malasaña también está muy cerca, con su oferta de cafés bohemios, restaurantes alternativos y boutiques de moda. Para aquellos que disfrutan de espacios al aire libre, el Templo de Debod, un monumento histórico traído desde Egipto y rodeado de jardines, es un lugar perfecto para pasear y disfrutar de las vistas al atardecer. Además, la zona cuenta con excelentes conexiones de transporte, como las estaciones de metro de Noviciado y San Bernardo, que permiten un acceso fácil y rápido a cualquier parte de Madrid.

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